En vísperas de llegar a la etapa más álgida de los contagios por el coronavirus, el escenario de los próximos días para el gobierno alfarista no parece ser mejor que días atrás sino por el contrario, hay asuntos que no se han podido controlar y que amenazan con agudizarse más ante la falta de capacidad para encontrarle solución.

Los 15 homicidios de ayer domingo -nueve en menos de 10 minutos- dejan ver que el problema grave de la inseguridad pública sigue sin ser controlado por su gabinete que encabeza Macedonio Tamez Guajardo. ¡15 homicidios en un día! Es reflejo de que el crimen sigue campeando en las calles de la zona metropolitana de Guadalajara, sin contar el pasado reparto impune de despensas.

El crecimiento de los casos de Covid-19 en el centro penitenciario de Puente Grande con 60 ya contabilizados hasta ayer domingo es otro “foco rojo” que la administración estatal no saber cómo apagar. Los contagios se van multiplicando a una velocidad mayor que la reacción de las autoridades. Y siguen sin saber cómo ingresó el virus a este lugar.

Y por último, de los problemas sociales que al gobierno alfarista se le agudizaron este fin de semana -como lo advertí en aquella entrega titulada “Coronavirus: 48 horas para olvidar”-, está la de los vecinos de la colonia Miramar, en Zapopan, que mantienen su oposición que el estacionamiento de lo que sería el Instituto de Cancerología sea habilitado como morgue.

El tener que habilitar un estacionamiento como morgue, habla al mismo tiempo de la incapacidad del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para recibir más cadáveres. Está al tope y quizás rebasado en su capacidad.

Han pasado los días y el gobierno no logra convencerlos de que no hay riesgo alguno de que el lugar sea habilitado como depósito de cadáveres a causa del Covid-19. Y a los habitantes de esta colonia ya se les unieron los vecinos de Paraíso del Colli, quienes ayer bloquearon por varios minutos el Periférico exigiendo el cambio de lugar de esta futura morgue.

Curiosa y extrañamente, quien también ha ignorado a estos vecinos es el presidente municipal Jesús Pablo Lemus Navarro, que a diferencia de días atrás cuando expedito -bueno, dos días después-, fue a hacerle competencia al crimen organizado en la entrega de despensas en la colonia Constitución, no se ha presentado ante los vecinos inconformes y ni siquiera se ha referido a este problema, quizás porque intervenir le signifique un desgaste de imagen y no los aplausos que él mismo promovió allá en el viejo mercado “Bola”.

Así, pues, ante el avance o multiplicación de los casos de coronavirus se hace urgente que toda la capacidad del gabinete alfarista se ponga en acción, porque llegado a la cima de los contagios la situación en Puente Grande pudiera ser incontrolable y la falta de un lugar dónde depositar los cadáveres -que ojalá y sean los menos-, puede agarrar al gobierno alfarista con los “dedos en la puerta”, sin contar, por supuesto, que en materia de inseguridad pública la autoridad ya ha sido rebasada.