El 23 de noviembre del año pasado, el gobernador Enrique Alfaro declaró: “Creo que hoy el mensaje es muy sencillo, ojalá y se entienda. Lo digo con toda contundencia: Para Raúl Padilla ya se le acabó su veinte, ya no va a seguir, Raúl Padilla, mangoneando este estado…”.

Tres días después, arremetió ante los reporteros de la “fuente”: “Ya llegó el gobernador que va a acabar con esa historia (la de Raúl Padilla)… Ya lo veremos”.

El suceso más reciente -en este mes-, que “explotó” la “guerra” del Ejecutivo estatal en contra del líder del Grupo Universidad, fue la detención de los jóvenes universitarios Javier Armenta, ex presidente de la FEU; Ilich Iván Cisneros y José Alexis Rojas, quienes luego de cumplir los días establecidos por el juez de lo que se consideró una injusta prisión preventiva fueron dejados en libertad un día antes de que estaba programada una movilización insólita de universitarios que habría generado un caos en toda la zona metropolitana, como lo referí en otra entrega de la semana anterior. Esta movilización se desactivó en la secretaría general de Gobierno.

En otra rueda de prensa con reporteros de la “fuente” en Casa Jalisco, el mandatario Alfaro Ramírez hizo una somera referencia a los medios de comunicación de la Universidad de Guadalajara, pero advirtió qie de ellos hablaría en otra ocasión, como lo mismo ha dicho de otros temas que tienen que ver con la máxima Casa de Estudios de Jalisco, con el Grupo Universidad y con su líder Padilla López.

¿A qué viene todo este recuento de los hechos más recientes en la guerra de Alfaro contra Padilla?

A que dos días después de la liberación de los estudiantes Armenta, Cisneros y Rojas, el 12 de enero, el gobernador Enrique Alfaro sostuvo su tradicional reunión de principios de año que sostiene anualmente con los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia y los consejeros del Consejo de la Judicatura, a excepción del consejero identificado con el Grupo Universidad, José de Jesús Becerra Ramírez.

Fue el propio gobernador quien dio cuenta de la reunión a través de sus redes sociales, en las que acompañando una fotografía -la aquí publicada con este texto-, en la que aparece con todos sus invitados, escribió: “Como todos los años, me reuní esta mañana con todos los magistrados, el Consejo de la Judicatura y el presidente del Poder Judicial, Daniel Espinosa Licón. Respetando la independencia entre poderes, nos reunimos para seguir fortaleciendo los lazos institucionales”.

Lo que por supuesto no compartió el Mandatario fue lo que se dijo en la reunión dentro de Casa Jalisco.

Trascendió que el gobernador Alfaro, al tocarse el tema del conflicto universitario, palabras más palabras menos, les adelantó a sus interlocutores: “Prepárense, porque las cosas se van a poner peor…”.

Si así fue la advertencia, ¿qué cartas bajo la manga se guarda el gobernador Alfaro en contra de Raúl Padilla y el Grupo Universidad? Si es así, ¿cuándo las pondrá sobre la mesa públicamente y qué efectos provocará dentro y fuera de la Universidad de Guadalajara? El escenario que les “dibujó” a los magistrados y consejeros del Poder Judicial, ¿será autoría del Ejecutivo del Estado o tendrá otros protagonistas y participantes como, por ejemplo, de parte del gobierno federal? ¿Qué garantía tendrá el gobernador de que lo planeado para actuar en contra de su principal adversario y anterior aliado en la UdeG tendrá éxito y no se le revertirá como los casos de la manifestación en contra de la Feria Internacional del Libro y la detención de los tres jóvenes universitarios?

Y quizás una pregunta principal: ¿Que repercusiones tendrán para la vida social, económica y política del estado, en pleno año preelectoral, si “las cosas se van a poner peor”, como dicen que anunció Alfaro Ramírez?

Al tiempo…