No obstante que sin ser militante del partido Movimiento Ciudadano siempre se condujo como si fuera dueño de la franquicia en Jalisco, quien daba y quitaba candidaturas, quien “palomeaba” y “tachaba”, quien avalaba o vetaba, al gobernador Enrique Alfaro Ramírez no le falta razón en el fuerte posicionamiento que fijó en sus redes sociales sobre el “show” que montaron en Nuevo León para que el gobernador Samuel García Sepúlveda “destapara” al diputado Jorge Álvarez Maynez como candidato presidencial, teniendo como testigo a Mariana Rodríguez, esposa del Mandatario y precandidata a la alcaldía de Monterrey.

Debe ser frustrante y decepcionante para Alfaro Ramírez y el Grupo Compacto en MC que arrancó el proyecto en 2012, ver cómo la generación frívola del “tik tok” acaba con un proyecto político que -hay que reconocerlo- fue impulsado desde Jalisco, con todas las críticas que se le quieran hacer, por ese grupo de jóvenes expriistas.

Y así lo confiesa Enrique Alfaro en su texto en redes sciales: “Hace seis meses fijé mi postura sobre lo que estaba sucediendo en Movimiento Ciudadano a nivel nacional y expliqué las razones por las que decidí no ser candidato a la presidencia de la república. Hoy puedo confirmar que no me equivoqué. Me da mucha pena todo lo que ha pasado porque le tengo un enorme cariño a este proyecto y a su gente, y porque creo haber sido parte importante de la construcción de lo que hoy están destruyendo…”.

Alfaro dio “en el clavo”. Con la anuencia u omisión del dueño del partido, Dante Delgado Ranauro, quien ha sido rebasado por la pareja matrimonial que gobierna Nuevo León y sus pocos aliados, estos que se autodefinen como “lo nuevo, lo nuevo” están destruyendo un partido político que desde la capital del país se “ensorberbeció” creyéndose que realmente eran una “tercera vía”, pero que la realidad los puso en su lugar y demostraron que no son otra cosa que un puñado de personajes que su inteligencia no les da más que para ser figuras cómicas en las redes sociales.

En su texto, Enrique Alfaro reclama el papel que este Grupo Jalisco jugó en la construcción de un proyecto que los llevó a ganar en poco tiempo una gubernatura. Dijo: “Desde Jalisco sentamos las bases para hacer un proyecto de alcance nacional, competitivo, serio, basado en la idea de los buenos gobiernos, de la política como instrumento de transformación…”.

Para el gobernador, el acabose de Movimiento Ciudadano lo vio todo mundo en las redes sociales, en un video donde aparecen aquellos tres personajes bebiendo cerveza y brindando. Así lo lamentó: “Ayer que vi el anuncio de Samuel García desde Nuevo León destapando a Jorge Álvarez como candidato a la presidencia de México, no lo podía creer. En una mesa con botana y cerveza, el gobernador se asumía como líder de nuestro movimiento y nos dictaba instrucciones sobre el camino a seguir….”.

Y luego reconoce lo que muchos hemos señalado y criticado desde que en MC creyeron que descubrían el “hilo negro”. Su crítica fue severa: “Quienes usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo, los que nos metieron en el callejón de la banalidad, el callejón de la no política, no son los líderes de este proyecto ni mucho menos del movimiento social que construimos en Jalisco. Si ese es el camino que la dirigencia nacional decide tomar, allá ellos…”.

Bueno, en este renglón Alfaro tendrá que reconocer que aquí en Jalisco un grupito de emecistas encabezados por su precandidato a la gubernatura, Jesús Pablo Lemus Navarro, “no cantan mal las rancheras” en eso de la banalidad, de la frivolidad e, incluso,llegó el momento en que se creyeron que eran los “nuevos” líderes de este movimiento.

El gobernador luego se desmarca de lo que vendrá en el futuro para Movimiento Ciudadano, y dice que eso “les tocará decidir a quienes hoy representan a nuestro proyecto en Jalisco, porque en esa decisión se juega el futuro de nuestro estado…”.

Y luego reitera su posición marcada desde el momento en que se “bajó del barco” naranja: “En lo que a mí respecta, mi postura es clara: toda mi vida luché contra las imposiciones y contra las burocracias partidistas y así seguiré hasta el último día de mi vida, aun retirado de la política. Lo que te queda al final del camino es tu dignidad y tu congruencia, y eso no pienso sacrificarlo…”.

Claro, hay algunas de estas cosas que hoy refiere que no son del todo congruentes con la realidad, pero reconozco que hoy si puedo afirmar, luego de leer su texto, que no le falta razón.