Luego de que en la tierra natal del presidente de la República, Tabasco, y con Andrés Manuel López Obrador como principal testigo, los gobernadores rebeldes le dieran “cristiana” sepultura a su frustrada Alianza Federalista y regresaran al redil de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, uno de los líderes de esa fallida agrupación, llamó “agachones” a sus correligionarios que lo dejaron “colgado de la brocha”.

“No hay ningún pleito (con López Obrador), tenemos puntos de vista distintos, respetamos al Presidente pero he dicho siempre que yo habré de expresar lo que pienso, no creo que en este país haga falta incondicionales o gobernadores que agachen la cabeza, creo que tiene que haber voluntad de trabajar pero también es nuestra obligación defender los intereses de nuestro Estado”, declaró a los reporteros durante el Tianguis Turístico de Mérida, al cuestionarlo sobre el cierre de filas que los mandatarios estatales, incluidos sus colegas de la extinta Alianza Federalista, hicieron con el presidente de la República.

Más por orgullo que por otra razón, Alfaro Ramírez decidió no regresar a formar parte de la Conago, con lo que se convierte en el único gobernador -de los 32- fuera de esta agrupación, con lo que ello signifique para Jalisco. O sea, Jalisco será el único estado que no participará en las reuniones de gobernadores y, por tanto, quedará fuera de los acuerdos que entre ellos logren para el beneficio y desarrollo de sus entidades.

Esta postura es muy similar al chiste aquel que habla del conductor que circula por el periférico en sentido contrario y se burla porque acusa al todos los demás conductores de no saber el sentido de la circulación. Así Jalisco y su gobernador.

Pero todo esto viene a colasión porque tras llamarlos “agachones”, ahora Enrique Alfaro decidió ir a visitar a cada uno de esos gobernadores para convocarlos a que lo apoyen en su travesía por modificar el Pacto Fiscal, lo que en Jalisco entendemos como el arranque de su precampaña para ver si le alcanza concretar su ambición de ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República en 2024, pese a que en las encuestas sobre esta proyección se encuentra por abajo de sus correligionarios Luis Donaldo Colosio y Samuel García.

¿Se arriesga Enrique Alfaro a ser ignorado, y quizás menospreciado, por sus compañeros gobernadores en este tema del Pacto Fiscal? ¿O logrará convencerlos para que se sumen a su aventura?

Hasta el momento, ningún gobernador ha considerado el tema del Pacto Fiscal como prioridad y, mucho menos, como causa para enfrentarse a López Obrador y al gobierno federal. Ni siquiera el emecista Samuel García, quien como candidato alzó la voz y se alebrestó al respecto, pero que como gobernador decidió alinearse a la política lópezobradorista y negociar a la buena un mejor reparto de los recursos federales.

No dudamos que los gobernadores reciban y atiendan por cortesía al Mandatario jalisciense -a menos de que le digan que tienen agenda llena hasta el 2024-, pero no creo que alguno de ellos le “haga segunda” o se sume a su precampaña, pues todo parece indicar que esos gobernadores entendieron el mensaje presidencial de que para que se modifique el Pacto Fiscal se requiere una reforma constitucional. Y nadie quiere contradecirlo.

Así, pues, esperemos a ver cuándo inicia su precampaña Alfaro y quiénes serán los “valientes” gobernadores que se sumen a su aventura electoral.

Al tiempo…