Al paso de estos cuatro años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ¿cuántos de los que votaron por él, hoy están arrepentidos de haberlo hecho? ¿Cuántos se consideran engañados? ¿Cuántos aún no creen que haya tomado, y tome aún hoy, decisiones contrarias a lo que no sólo dijo en campaña sino a lo que sostuvo durante tantos años en los que buscó ser presidente de la República? Estoy seguro que muchos. Y no sería extraño que sus simpatizantes de ayer sean sus adversarios de hoy.

Ahora pregunto: Al paso de estos cuatro años de gobierno de Enrique Alfaro Ramírez, ¿cuántos de los que votaron por él, hoy están arrepentidos de haberlo hecho? ¿Cuántos se consideran engañados? ¿Cuántos aún no creen que haya tomado, y tome aún hoy, decisiones contrarias a lo que no sólo dijo en campaña sino a lo que sostuvo durante tantos años en los que buscó ser gobernador del Estado? Estoy seguro que muchos. Y no sería extraño que sus simpatizantes de ayer sean sus adversarios de hoy.

¿O alguien de aquellos jaliscienses que emitieron su voto a favor de Enrique Alfaro, primero en 2012 -cuando perdió ante el finado Aristóteles Sandoval Díaz-, y posteriormente en 2018 cuando ganó la elección por la gubernatura, creyó o pensó que escucharía decir lo siguiente?:

“Lo que yo invito a la gente es que entienda que no hay nada qué venir a hacer a la puerta de Casa Jalisco, pero siempre estará el gobierno con la disposición de respetar el derecho a manifestarse. Si lo que se quiere es información están las oficinas de la Fiscalía para atenderlos, si lo que se quiere es la nota de los medios, pues está aquí a disposición la calle, pero creemos que hay mejores maneras de poder atenderlos”. (Notisistema 21/02/2023)

Para Enrique Alfaro, los jaliscienses no entienden que es ocioso e inútil que acudan a la residencia oficial donde vive “su” gobernador no sólo a pedir sino a exigir la solución de sus problemas, aunque no sea cualquier problema cuando se trata de la desaparición de un familiar. No entienden que “su” gobernador no está para perder el tiempo en esas “nimiedades”. Casa Jalisco está para recibir a gente del espectáculo, del deporte, de la farándula, que no acude en busca de que el inquilino le resuelva algún problema, sino a tomarse la foto para difundirla en las redes sociales. O para anunciar grandes inversiones -que terminan por ser gastos- como los 25 millones de pesos en el casco de “Checo” Pérez. O grandes eventos como la pelea del “Canelo” Álvarez en Jalisco. Para eso es Casa Jalisco, para recibir a tan “distinguidos” visitantes, no a quienes buscan “la nota en los medios”.

Para Enrique Alfaro, el gobierno no está con la disposición de resolver el gravísimo problema de la desaparición de un familiar, sino solamente está “con la disposición de respetar el derecho a manifestarse”. Total, si esos molestos manifestantes pretenden llegar hasta la puerta de Casa Jalisco, para eso están las vallas que atrincheran la “casa” de “todos” los jaliscienses.

Para Enrique Alfaro, aquel jalisciense o cualquier ciudadano que tenga un familiar desaparecido, no ha entendido que Casa Jalisco no es una “ventanilla de información”, porque si información es lo que buscan, para eso está la Fiscalía del Estado, aquella que el propio gobernador denunció que está “infiltrada” por el crimen organizado. Total, cuando menos que esa Fiscalía sirva para dar información si no es capaz de resolver los problemas de procuración de justicia.

A eso reduce el gobernador Alfaro el dolor de una familia, de muchas familias, por la desaparición de uno de sus integrantes: a la simple búsqueda de información.

Para Enrique Alfaro, los manifestantes que tienen a algún familiar desaparecido y que se apostan afuera de Casa Jalisco, lo único que buscan es “la nota en los medios”, y si ese es su objetivo, entonces no deben de preocuparse, porque para eso tienen toooooda la calle de Manuel Acuña y calles circunvecinas para hacerlo. Total, si lo que quieren es la “nota en los medios”, para eso “está aquí a disposición la calle”. ¡Faltaba más! Si calles quieren… ¡calles tendrán!

Para Enrique Alfaro, “hay mejores maneras de poder atenderlos” a todos aquellos que tienen un familiar desaparecido, pero que no entienden que en Casa Jalisco no están para resolver sus problemas “familiares”, aunque al parecer tampoco en toda la estructura del Poder Ejecutivo de Jalisco. Sí, “hay mejores maneras”, ¿cuáles? Acudan a la Fiscalía donde les darán esa información.

Así pues, luego de ver diariamente “amurallada” Casa Jalisco para evitar la incómoda molestia de aquellos que “no entienden” que ese lugar no es para manifestarse, no debe extrañarnos si en la perilla de la puerta de la “casa de los jaliscienses” nos encontramos con el famoso letrero hotelero del “Do Not Disturb (No Molestar)”, porque el gobernador de Jalisco no está para perder el tiempo resolviendo los problemas “familiares” de sus gobernados.

Con esta actitud permanente del gobernador, es para que en Movimiento Ciudadano y sus prospectos a candidatos a sucederlo, estén preocupados y le pregunten que si está con ellos o está contra ellos.