Por Julio César Hernández

Al reunirse ayer la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado, en donde se aprobó autorizar una reunión de los peritos de la parte acusadora y acusada, en el proceso de juicio polìtico que se sigue en contra del ex alcalde de Puerto Vallarta, Gustavo González Villaseñor, y otros ex funcionarios, su presidente, el panista César Madrigal Díaz, expresó:

“Yo espero que este mismo año 2007 quede concluído este asunto de Puerto Vallarta, en virtud de que se están agotando los términos procesales de manera inmediata, para evitar que se dé una interpretación tergiversada de que se están alargando tiempos por alguna situación ajena a la Comisión o al mismo juicio”.

No sé si el diputado Madrigal Díaz sabe algo o habló al tanteo, pero su declaración sobre este polémico asunto coincide con una versión que comenzó a correr desde ayer en los corrillos políticos:

Que el PAN y el PRI han llegado a un acuerdo, y que “negociaron” la exoneración del ex alcalde priísta por la del actual presidente municipal de Tonalá, Jorge Vizcarra Mayorga.

No deja de llamar la atención la coincidencia de las palabras de César Madrigal y ésta versión sobre el escándalo de Tonalá, que curiosamente también coincide con la tibia postura que al respecto ha guardado el Partido Revolucionario Institucional –y el del resto de los partidos políticos de ¿oposición?-, por no decir que ha mantenido un sospechoso silencio.

Lo más que han dicho los priístas tímidamente, es que Jorge Vizcarra debe de solicitar licencia.

Pero valga decir que esa petición salió más del diputado Antonio Mateos Nuño, quien se apunta primero en la fila de aspirantes a la alcaldía en 2009, pero no así los regidores del Ayuntamiento tonalteca.

¿Dónde están Joaquín Domínguez, Salud Pacheco y compañía? Su voz apenas si ha sido perceptible en este escándalo.

Vamos, los priístas han hecho más alaharaca de otros temas muy menores al que hoy ha colocado al PAN en la atención de propios y extraños.

No sería ocioso preguntarle al diputado César Madrigal por qué precisamente en estos días, y en el marco del escándalo en el que está metido su partido en Tonalá, declaró que le urge concluir el asunto de Puerto Vallarta –concretamente del ex alcalde Gustavo González-, y que quiere evitar una “interpretación tergiversada de que se están alargando tiempos por alguna situación ajena a la Comisión o al mismo juicio”.

¿Mera coincidencia?

Finalmente todo es cuestión de tiempo para ver qué sentido toman ambos asuntos: el de Gustavo González y el de Jorge Vizcarra, y confirmar si en algún punto ambos se cruzan o no.

Por lo pronto, hay que registrar la versión, insisto, que ya circula en los corrillos políticos.

Y a como nos tienen acostumbrados nuestor políticos, podríamos considerar aquello de que “cuando el río suena, es que agua lleva”. Y si no, al tiempo.