Por Julio César Hernández

Si como dice Gilberto Pérez Castillo, el gobernador Emilio González Márquez y demás miembros del gabinete dejaron sólo a Manuel Verdín Díaz con su experimento del viaducto en López Mateos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos se encargó de “congelar” al Secretario de Vialidad.

Y es que el presidente del organismo, Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, solició a Verdín Díaz que “suspenda de inmediato las acciones sobre la avenida López Mateos y sus respectivos cruceros, que buscan convertir esa rúa en un viaducto o vía rápida y cesen todos los actos de molestia causados a la población”, dice en su comunicado de prensa.

La verdad es que Álvarez Cibrián le da una lección a Verdín Díaz de los derechos de los peatones por encima del de los automóviles, luego de que con el experimento vial se consuma lo contrario: primero los automóviles y después el peatón.

La CEDH argumenta que esta solicitud a Vialidad es “una medida cautelar para evitar la consumación irreparable de violaciones de derechos humanos o la producción de daños de difícil reparación…”.

Añade que la acción de la Secretaría de Vialidad en este caso, “es una medida unilateral, y que al impedir a los peatones cruzar esa rúa en algunos cruceros, el Secretario de Vialidad limita a los habitantes del aprovechamiento, uso y disfrute de una vía pública y se les está violando su derecho al libre tránsito y seguridad vial”.

En el comunicado se apunta que la Secretaría de Vialidad tiene 24 horas para responder a esa solicitud.

¿Acaso Verdín Díaz se “montará en su macho” y no responderá afirmativamente a la petición de la CEDH?

Si así fuera, quizás estaría jugando con fuego.