¿Hay algo más qué decir después de que se confirmó y oficializó el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo como la coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, que la convierte en automático en la próxima candidata de Morena y partidos aliados a la presidencia de la República en el 2024, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador le entregue simbólicamente el “bastón de mando” del movimiento?

Yo creo que no. No hay nada nuevo. Ni en el porcentaje que obtuvo, ni en el reconocimiento de su triunfo por parte de cuatro de sus cinco adversarios, ni siquiera en la rebeldía de Marcelo Ebrard Casaubon, parecida a la que hace 29 años protagonizó su mentor Manuel Camacho Solís. En una palabra fueron dos crónicas de un triunfo y una rebeldía anunciadas. Nada nuevo.

De Claudia, quizás se tenga que hablar cuando comience a operar como coordinadora de la 4T o cuando reciba el famoso “bastón de mando”. Pero indudablemente de quien hoy debemos de hablar es del ex canciller Ebrard Casaubon, quien ayer fue el personaje del día y no Sheinbaum Pardo. Y no porque se ignorara que descalificaría el proceso y pidiera su reposición -de lo que ya había dado algunos adelantos él y su equipo-, sino por la versión que comenzó a escucharse ayer al mediodía en los corrillos políticos de la Ciudad de México: Que si Marcelo se sale de Morena no es por su rebeldía sino por un acuerdo previo… ¿con Palacio Nacional?

Incluso, se asegura que ya está acordada también no sólo la puerta por la que saldrá sino la puerta por donde entrará: sería la puerta que da acceso a la habitación naranja, la de Movimiento Ciudadano.

Esta versión, por supuesto, se suma a otras dos que persiguen al dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro: 1. Que el candidato presidencial debe de ser el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda; 2. Que MC debe postular a una mujer en la persona de la senadora Patricia Mercado. Sin embargo, ninguna de estas dos candidaturas tendría el efecto esperado que sí se obtendría con la de Marcelo Ebrard: ahondar la división de la oposición y evitar que los votos de los marcelistas las capitalce el Frente Amplio por México a favor de Xóchitl Gálvez, quien por cierto no dejó de hacerle “guiños” al aspirante morenista con la intención de sumarlo a sus filas, cosa que por supuesto no sucederá.

Cuestionado ayer sobre esa posibilidad de salirse de Morena y unirse a Movimiento Ciudadano, Ebrard respondió que será hasta el lunes cuando se decida la ruta que tomará, luego de que platique con su equipo, dejando en el aire una pregunta cuya respuesta ya había dicho cuando aún era aspirante de Morena. El 19 de agosto, el diario El País publicó una entrevista en la que sobre éste punto Marcelo declaró: “Hay mucha gente en el equipo de Claudia que cree que lo más cómodo para ellos sería que yo me fuera a Movimiento Ciudadano porque les darían dos ventajas. Una de ellas es reducir sustancialmente la competencia interna (…) Y la otra es que las simpatías que tengo no se irían al frente opuesto [Frente Amplio por México], sino a otro partido (MC)”.

Un día antes, a las puertas del INE, Ebrard reiteró que en Morena había quienes querían que se saliera del partido, y negó que se fuera a ir a Movimiento Ciudadano porque éste partido había presentado varias denuncias en su contra por presuntos actos anticipados de campaña entre otras presuntas irregularidades.

Por el otro lado, vale recordar lo que el 8 de diciembre del 2021 respondió Dante Delgado cuando le preguntaron si podría invitar a políticos de Morena como Ebrard Monreal: “Nosotros no vamos a estar esperando desechos de otros partidos”.

¿Seguirán pensando lo mismo ahora en 2023, Marcelo Ebrard y Dante Delgado? ¿Se atreverá el excanciller a dar el paso que dijo que la gente de Sheinbaum quería que diera: salirse de Morena e irse a Movimiento Ciudadano, como también lo auguró días atrás Gerardo Fernández Noroña?

El lunes podríamos saber qué decisión tomará Marcelo Ebrard: se va de Morena y se une a Movimiento Ciudadano o “apechuga” y se queda en Morena. Las apuestas están a favor de lo primero, principalmente porque es la versión que mucho se escucha en la capital del país.

Al tiempo…