A finales de diciembre de 2012 -seis meses después de las elecciones en las que Enrique Peña Nieto ganó la presidencia de la República-, el ex presidente Vicente Fox Quesada no acudió a reafiliarse como militante del Partido Acción Nacional. En esa fecha venció el plazo para hacerlo.

A principios de enero, Martha Sahagún de Fox declaró a los medios de comunicación que su esposo no había acudido a reafiliarse al PAN “por convicción propia”, y argumentó que “para ser un buen mexicano y un buen ciudadano no necesitas estar afiliado a un partido político, y en el caso particular de él (Fox) es un hombre luchador por la democracia…”.

Renunciaba así el primer panista que logró convertirse en presidente de la República, doce años después de haber llegado a Los Pinos.

Ayer domingo, cuando aún se desarrollaba la contienda interna por la presidencia nacional del PAN, el segundo presidente de la República surgido de las filas de Acción Nacional decidía seguir los pasos de su antecesor: renunciar a su militancia de más de 30 años, doce años después de haber llegado a Los Pinos.

Así la coincidencia entre los dos únicos presidentes de la República panistas: seis años después de entregar la banda presidencial, deciden renunciar a su partido.

A principios de octubre del 2004, luego de lograr que la elección del candidato del PAN a la presidencia de la República fuese luego de que los contendientes efectuaran su campaña por regiones y se sometieran a una votación por cada etapa, el entonces aspirante Felipe Calderón Hinojosa declaró a los reporteros de la capital del país:

“Sé que voy a ganar la candidatura, que puedo aglutinar al partido en torno mío hasta ganar la presidencia de la República, y como dicen en los aviones: ‘en el remoto y poco probable caso’ que yo no sea el candidato, también voy a apoyar con todo a quien resulte serlo, porque soy panista de convicción, quiero mucho a este partido y a este país y seguiré trabajando en el PAN…”.

Un mes poco después, en una entrevista que me concedió ya como precandidato del PAN a la presidencia, luego de renunciar como secretario de Energía, Calderón Hinojosa, tras preguntarle si al considerársele que representaba la bandera del panismo doctrinario apelaría a esa figura para convencer al mayor número de militantes, confesó:

“No me considero como el propietario o el representante o el que tenga la franquicia o la marca de la doctrina y de las ideas, pero sí soy un hombre orgulloso, un panista orgulloso de los ideales de Acción Nacional que he defendido siempre y los seguiré defendiendo…”.

Hoy, 14 años después de declararse “panista de convicción”, de que “seguiré trabajando en el PAN” y de ser “un panista orgulloso de los ideales de Acción Nacional que he defendido siempre y los seguiré defendiendo”, Felipe Calderón Hinojosa decidió abandonar al partido en el que militó por más de 30 años.

En una larga carta dirigida a Marcelo Torres, “presidente en turno” del PAN”, Calderón Hinojosa argumenta una decena de veces los “porqués” de su renuncia a seguir militando en él. Su salida de las filas panistas se dio horas antes de que se conociera oficialmente el triunfo de Marko Cortés como nuevo dirigente de Acción Nacional.

El ex presidente de la República resumió de la siguiente manera el triunfo del candidato del “anayismo”:

“Porque, cancelada la democracia interna, es imposible revertir por mecanismos democráticos la actual situación, y la elección interna sólo corrabora ese control envilecedor, siendo la próxima dirigencia una fiel expresión de la corrupción, la mediocridad y la manipulación que la ciudadanía ha castigado severamente en las urnas…”.

Luego de estas esgrimir sus diez motivos, Calderón anuncia: “Por las razones expuestas, renuncio a mi militancia en el Partido Acción Nacional”.

Vicente Fox se fue del PAN sin decir “agua va”, simplemente ya no se reafilió. Felipe Calderón expuso en dos cuartillas, las razones de su renuncia.

Sí, entre ellos los estilos de hacer política fueron diametralmente distintos, pero hoy ninguno de los dos es panista ya. En eso, son iguales.