Después de una semana intensa de denuncias y contradenuncias entre los candidatos a la gubernatura, de las que ha estado totalmente ajena la abanderada del Partido Nueva Alianza, María de los Ángeles Martínez, hoy se volverán a ver la cara Fernando Guzmán Pérez Peláez, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, Fernando Garza Martínez, Enrique Alfaro Ramírez y la propia Martínez Valdivia.
Este será el segundo debate -y no tengo duda de que será el último- del actual proceso electoral que a diferencia del primero podría modificar la posición que hoy guardan los candidatos en las encuestas, aunque no necesariamente podemos augurar que será el resultado que se registre el día de la jornada electoral.
Quien llega bastante “vapuleado” a este debate es el abanderado del Partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, quien en las últimas semanas ha recibido “golpes” severos a su candidatura, empezando con la revelación de su sociedad mercantil con el consejero electoral, Víctor Hugo Bernal, y el ex presidente del PAN, Eduardo Rosales, del que aun no ha podido reponerse, no obstante de que tanto él como sus colaboradores han pretendido minimizar este asunto que le ha costado perder terreno ya en algunas encuestas no públicas.
A esto se le suma la “ventaneada” que se dio a uno de sus candidatos a regidor en Tlaquepaque, Víctor Varela de la Torre, quien resultó ser un amante de las armas como se demostró con varias fotografías del ahora ex candidato portando varias de ellas, lo que le costó ser obligado a renunciar.
Y apenas este fin de semana, la revelación de que otro de sus candidatos a regidor en Zapopan, Oswaldo Sandoval, tenía nexos con la Federación de Estudiantes de Guadalajara y particularmente con el dirigente prófugo de esta organización, David Castorena.
Por su parte, el panista Fernando Guzmán llegará a este debate quizás revitalizado con el “cierre de filas” que hicieron en torno a su campaña y candidatura, tras la visita de su dirigente nacional Gustavo Madero, algunos panistas que al no ser de su mismo equipo se habían olvidado de él, como es el caso de José María Martínez y Jorge Salinas Osornio.
Sin embargo, esto no ha sido suficiente para avanzar en las preferencias ciudadanas en donde se advierte que el abanderado ni parece ser el candidato del partido en el gobierno. Ahora tratará de sacarle ventaja al debate y buscar confirmarle a propios y extraños que él es quien va en la segunda posición de las encuestas, luego de que prácticamente ha sido ubicado en la tercera posición.
A su vez el candidato del PRI, Aristóteles Sandoval, llegará al debate buscando que no le muevan “ni un pelito”, a fin de mantener la ventaja que hasta ahora tiene y evitando hasta donde sea posible salir descalabrado del encuentro, pues podría tener altos costos para sus aspiraciones al saber que ya no puede crecer más -llegó a su tope-, pero si que una bajada no cuidada puede ser catastrófica.
En este debate Saldoval Díaz se juega el mantener la amplia distancia con sus más cercanmos perseguidores o reducirla aun más, con un alto riesgo para el día de la elección.
El candidato del PRD, Fernando Garza, saldrá a demostrar que si bien hay quienes no creen que pueda ganar, sí debe de tomársele en serio como un contendiente que tiene mucho que perder y nada que ganar en esta contienda, de ahí que seguramente hoy podría ofrecer una imagen mejor que la mostrada en el primer debate.
Por último, la candidata del PANAL, María de los Ángeles Martínez, regresará al “ruedo electoral” a recordarle a propios y extraños que ella también está jugando, pese a que no se ha podido quitar la iamgen de la “chica de humo”.
Así, pues, el debate de hoy abre inicialmente una pregunta crucial para conocer el resultado del mismo: ¿Quién será el centro, el “blanco”, el objetivo, del “golpeteo”: el “puntero Aristóteles Sandoval o el que se considera un “peligro” para los demás contendientes, Enrique Alfaro?
Estamos a tres horas de encontrar respuesta a esta pregunta.