¿Cuándo llegará la reforma que permita que sea el propio Poder Judicial el que elija a sus integrantes sin la intervención de los otros dos poderes -Ejecutivo y Legislativo-, que lo único que propician es violación a su autonomía e independencia bajo la aplicación de la aberrante fórmula de “cuotas y cuates” o que sirva de argumento para reprocharle a otros poderes fácticos que no se negociará la designación de magistrados, cuando no tienen esa facultad constitucional?

Lo anterior viene a cuento porque en los próximos meses se registrará una serie de relevos y ratificaciones de magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, con lo que se despierta la malsana tentación del Ejecutivo y de las fracciones parlamentarias en el Congreso del Estado de hacer el reparto de cuotas para sus cuates, lo que ha terminado por degenerar al otro poder al que también se le niega el derecho de manejar su propia hacienda judicial.

De acuerdo a la agenda del Congreso del Estado, debe de estar por salir la convocatoria respectiva para cubrir la vacante que dejó el magistrado Manuel Higinio Ramiro Ramos, quien concluyó su encargo desde el pasado nueve de junio cuando se retiró al cumplir los 70 años de edad. Ya van para cuatro meses que dicha magistratura se encuentra acéfala.

En la Comisión de Justicia estaría por ser dictaminada, para luego someterla al pleno, la solicitud del Poder Judicial de la ratificación del magistrado Luis Enrique Villanueva Gómez, presidente de la Cuarta Sala Civil, luego de que se le hizo llegar al Congreso del Estado el dictamen técnico de ratificación enviado por el Poder Judicial, con el respaldo de todos los presidentes de cada una de las salas del Supremo Tribunal de Justicia.

Hasta donde se sabe, no existe objeción alguna para que el magistrado Villanueva Gómez sea ratificado en el cargo, amén de que cuenta con una hoja de servicio sin tache alguno, razón por la que el pleno del Tribunal de Justicia emitió el dictamen respectivo que avala su ratificación. Y, por supuesto, se confía que los diputados respalden la decisión de los magistrados.

Este tema se estaría resolviendo a más tardar en octubre próximo.

Otras seguras solicitudes de ratificación por el pleno del Supremo Tribunal que vienen en camino serían las de los magistrados Antonio Flores Allende y Francisco Castillo Rodríguez, en enero y marzo, respectivamente del 2023.

De igual manera, a finales de este año y principios del próximo, quedarán vacantes otras dos magistraturas por las que se deberá emitir las convocatorias respectivas. En diciembre próximo, el magistrado Guillermo Valdez Angulo llega a los 70 años de edad que le obligan al retiro forzoso del cargo, al igual que al magistrado Gonzalo Julián Rosas Hernández, quien los cumple en enero del 2023.

Así, pues, estamos hablando de que en los próximos meses el Poder Judicial vivirá la elección de tres nuevos magistrados y las probables ratificaciones de otros tres, y en este proceso estará a prueba la actuación del Poder Legislativo para decidir con plena autonomía quiénes deben de formar parte del Supremo Tribunal de Justicia y quiénes continuar en él, conteniendo la intromisión del Poder Ejecutivo en su afán de mantener el control del primero.

Por lo pronto, ante la proximidad de los tiempos, no debería de haber problema ni sobresalto alguno para que el magistrado Luis Enrique Villanueva Gómez sea ratificado en el cargo.

Y si no, al tiempo…