Por Julio César Hernández

Como gobernador de Jalisco -en el sexenio de Ernesto Zedillo-, Alberto Cárdenas Jiménez, se caracterizó por pelearse con propios y extraños. Inolvidables fueron sus desencuentros con los diputados opositores en el Congreso del Estado y con los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia, a quien pretendió “despedir” al inicio de su sexenio.

Como secretario del Medio Ambiente durante el sexenio de Vicente Fox Quezada, la relación de Cárdenas Jiménez con los grupos ambientalistas nunca pudo ser buena, así a secas. De hecho, los primeros en aplaudir su salida de este dependencia fueron estas ong’s que coincidieron en que el jalisciense poco conocimiento tenía del tema.

Ahora, en el sexenio de Felipe Calderón, Alberto Cárdenas enfrenta un verdadero reto como secretario de Agricultura, frente a la apertura de la frontera a los granos de Estados Unidos y Canadá, en el marco del Tratado de Libre Comercio.

Los dirigentes del campo ya han puesto en duda la capacidad del titular de la Sagarpa para resolver los problemas -reales o ficticios- que traerá la puesta en marcha del capítulo agropecuario del TLC, y hay organizaciones que ya piden su renuncia.

Es cierto que Cárdenas Jiménez no se ha destacado por ser el mejor secretario de Agricultura y mucho menos uno de los mejores colaboradores de Calderón, pero en su descargo hay que decir que, primero, por azares del destino le tocó a él estar al frente de la dependencia el primer día de enero de 2008; segundo, que más responsabilidad tienen los dirigentes y organizaciones campesinas y los gobiernos de Zedillo y Fox por no haber hecho nada para enfrentar esta fecha, que el ex Mandatario jalisciense.

Sin embargo,independientemente del tema del agro dentro del TLC, las versiones de que Alberto Cárdenas Jiménez podría salir del gabinete, en el primer movimiento que el Presidente haga dentro de su gabinete, siguen vigentes.

Pero puede ser este tema, el TLC, la “puntilla” para decirle adios.