El del sábado pasado, fue el peor debate en el que participó el candidato del partido Movimiento Ciudadano a Zapopan, Juan José Frangie Saade. Fue el “blanco” de sus adversarios y contra el que se enfocó la mayoría de denuncias sobre irregularidades en la administración de Jesús Pablo Lemus Navarro, en la que fue jefe de Gabinete.

Frangie Saade no tuvo argumentos para negar las denuncias o contrarrestar la “metralla” verbal en su contra. Desde su primera intervención se mostró muy nervioso, desconcentrado, al grado de que en el cierre del debate, cuando cada candidato contaba con un minuto para conclusiones, el expresidente de la Coparmex utilizó únicamente 46 segundos. Desperdiciar 14 valiosos segundos en un debate como ese, cuando eres el candidato del partido en el gobierno, tiene su costo.

Y es que quizás no se esperaba que el primer orador, Ramón Reyes, del partido Encuentro Solidario (PES), recordara el episodio de Los Otates, donde se asegura que estuvo presente el emecista, aunque él lo niega. “¿Qué fue lo que pasó en Los Otates, Juan José? ¿Es cierto que tu jefe de Seguridad dio la orden de liberar la zona? ¿Qué pasó con las cámaras (C5) en Zapopan ese día?”.

Y más adelante el peseísta arremetió: “Para que no se encubran hechos tan lamentables, volvemos al tema de Los Otates, Juan José: a tu escolta le hicieron firmar una declaración que decía que iba pasando por la zona y le dieron ganas de ir al baño. ¿Ustedes lo creen? Nosotros no. (…) No puede ser que sigan con sus historias y quieran hacer creer a la ciudadanía de Zapopan con sus cancioncitas, con el na-na-na….”.

Esto lo desconcertó, lo sacó de balance… y Frangie guardó silencio.

Pero los “golpes” más fuertes los recibió del candidato de Futuro, Pedro Kumamoto Aguilar, quien lo hizo “trastrabillar” con evidencias que dejaron al descubierto una serie de irregularidades en la administración de la que formó parte.

De entrada, Kumamoto le recordó con documentos en mano el daño al erario municipal con la venta de terrenos municipales. Le recriminó: “Tienen que acabarse los negocios para los cuates. Y es que nos dimos cuenta que el Jefe de Gabinete, en la última sesión de Cabildo del 2020, hizo una venta de terrenos, donde le salió 30% más barato al comprador, haciendo perder al municipio 20 millones (de pesos). Aquí está la sesión de Cabildo (mostró las Actas) y aquí está él, unos días antes de que se aprobará en cabildo, colocando la primera piedra (mostró la portada de un periódico)”.

Y Frangie… guardó silencio.

Luego vino el segundo “golpe”. Le reprochó que su equipo de campaña pague publicidad (mostró cartulina con esa publicidad a su favor y en contra de Kumamoto), en la misma nota que denuncia que están plantando agave en hectáreas quemadas de La Primavera”.

Y Frangie… guardó silencio.

Para cerrar el 1-2-3 del candidato de Futuro, Kumamoto Aguilar lo evidenció al subrayar que en el 2020 el Ayuntamiento de Zapopan presupuestó 8 millones de pesos para la “ciudad de las niñas y los niños”, mientras que en sólo dos contratos con sus empresas favoritas de comunicación -no dijo nombres- se gastaron 7.5 millones para la estrategia y la producción de este eslogan.

Y Frangié… guardó silencio.

Luego vino el turno para el candidato de Redes Sociales Progresistas, Leopoldo Leal, quien con documentos en mano aseguró que durante su participación como jefe de Gabinete, el Ayuntamiento de Zapopan firmó un contrato para la recolección de basura con la empresa Hasars, cuyos propietarios dijo que son familiares del propio Juan José Frangie. Advirtió que le daría curso legal a este caso.

Y Frangie… guardó silencio.

¿Por qué a diferencia de debates anteriores, ahora Frangie Saade no respondió a los señalamientos y acusaciones que se hicieron en su contra? ¿Prudencia o aceptación tácita de la veracidad de las denuncias? ¿Decidió no “engancharse” o no tenía argumentos con qué desmentir a sus adversarios? ¿El nerviosismo y desconcierto mostrado durante todo el debate, fue provocado por sentirse “arrinconado” y sin manera de defenderse o simplemente no supo cómo hacerlo?

Y lo peor: ningún correligionario salió a su rescate en las redes sociales. Su participación en este debate pasó desapercibido no sólo para la gente de su partido sino para la de su propio equipo de campaña, que tampoco supo cómo reaccionar en redes ante el escenario adverso que enfrentaba su candidatos.i

Sin duda alguna, ese día a Juan José Frangie le urgía que se declarara la finalización del debate, le urgía salir del estudio. Y es que de otra forma no se entiende cómo es que del minuto que tenía para dar su conclusión y despedirse, decidió terminar su intervención cuando el cronómetro marcaba que le quedaban 14 segundos a su disposición.

Simplemente ya no tenía nada qué decir. Se le acabaron los argumentos…. guardó silencio.

¿Qué costo tendrá este sábado amargo para Juan José Frangie el día de la jornada electoral?

Al tiempo…