Julio César Hernández

Primer presidente del Instituto de Transparencia e Información Pública (ITEI), Augusto Valencia López tiene su futuro en manos de los cuarenta diputados que mañana jueves en pleno decidirán si lo ratifican o no por un período más en el cargo.

Si bien son muchos los que consideran que debe serlo, estos mismos y muchos otros más están convencidos de que la decisión de los legisladores, al menos de entrada los de Acción Nacional, será en contrario.

El propio Augusto Valencia así lo confesó ayer y dijo estar consciente de que no lo ratificarán porque se ha convertido en un hombre incómodo para muchos funcionarios. Y sí, sí lo ha sido.

Pero el ser o no un hombre “a modo” de los sujetos obligados a atender lo establecido en la Ley de Transparencia, no es uno de los factores que los diputados deberán de tomar en cuenta para valorar si debe o no mantenerse en el cargo.

Jorge Salinas Osornio, cuestionado al respecto, respondió a los reporteros: “… Todo el procedimiento legislativo que se ha seguido (en el caso de Augusto Valencia) está apegado a derecho…”.

Tiene razón Salinas Osornio por lo que se conoce del procedimiento seguido por la comisión legislativa correspondiente, que ha sido apegado a derecho. Pero ese no es el asunto que defina la ratificación o no de Augusto Valencia, sino los criterios que se tomarán en cuenta para ello.

En términos llanos, la responsabilidad de Augusto Valencia López como presidente del ITEI es velar porque los sujetos obligados cumplan con lo que les establece la Ley de Transparencia. Hasta el momento nadie ha denunciado que no la haya cumplido. Por el contrario.

Sin embargo el dirigente del PAN, Eduardo Rosales Castellanos, cuestionó que Valencia López haya señalado al diputado Salinas Osornio y al ex gobernador Francisco Ramírez Acuña de no estar comprometidos con la transparencia, en el marco de un proceso de elección al interior de su partido, y lo acusó de ser priista.

Y efectivamente, inoportuna fue esta declaración de Valencia, porque se dio, además, luego de que el gobierno estatal aprobó otorgarle más recursos al ITEI, lo que generó sospechas y levantó críticas en su contra, a sabiendas de las diferencias entre el grupo “emilista” y el “paquista”.

Esa fue, sin duda, una declaración política de Augusto Valencia, como política será la decisión que defina su ratificación o no en el cargo. Así de sencillo: “Ojo por ojo…”.