Una de las más serias y fuertes lecciones que dejó la multitudinaria marcha del domingo bajo el lema de #ElINENoSeToca es que en nuestro país la oposición está en la ciudadanía y no en los partidos políticos que fueron rebasados -con mucho-, y que tendrán que analizar qué papel quieren jugar con miras a las elecciones del 2024, luego de la demostración que dieron decenas de miles de personas en la Ciudad de México y en muchas otras entidades.

Y esta lección es tanto para los partidos cuyos dirigentes se hicieron presentes en esta marcha, como el PAN, PRI y PRD, como para aquellos que decidieron no participar, como el Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano, no obstante que algunos de sus militantes o representantes sí lo hicieron, como el alcalde de Monterrey,Luis Donaldo Colosio Riojas, y los diputados federales y empresarios jaliscienses Manuel Herrera Vega, Mauro Garza Marín, Horacio Fernández y Sergio Barrera, entre algunos otros.

Esta marcha dejó evidenciado también que los ciudadanos no confían en esos partidos políticos y sus representantes en el Congreso de la Unión -Cámara de Diputados y Cámara de Senadores-, por eso debe entenderse que la marcha no fue sólo en contra de la iniciativa propuesta por el presidente López Obrador sino que, además, fue un mensaje para aquellos partidos que terminan traicionando a sus electores y se convierten en aliados del poder cuando reformas como las propuestas van en contra del bienestar ciudadano, la democracia por ejemplo.

Si el PRI terminó aliándose a Morena para “proponer” -tengo mis dudas sobre donde se “cocinó” la iniciativa- que el Ejército continúe realizando labores de seguridad pública en las calles del país, los ciudadanos tienen razón en desconfiar y no descartar que este partido, o su dirigencia y legisladores, terminen “doblándose” ante el poder y cedan a los caprichos de Palacio Nacional. Alejandro “Alito” Moreno, debería explicar por qué el PRI no presentó una iniciativa como tal de reforma electoral, como sí lo hicieron Morena y el PAN, y únicamente planteó propuestas. ¿Será que estaba -o aún está- “tentado” a traicionar una vez más y convertirse en un satélite del lópezobradorismo en esta iniciativa en materia electoral?

Los ciudadanos que marcharon este domingo -más allá de la “guerra” de cifras-, enviaron un mensaje a Morena y sus aliados, pero también a los partidos de oposición. El clamor fue: “¡El INE no se toca!”, pero no con una cerrazón de que esta institución no debe registrar reformas necesarias para su mejor funcionamiento en aras de unas elecciones libres y limpias que ayuden a perfeccionar nuestra democracia, sino con la advertencia de que nunca más el gobierno debe de meter las manos en los procesos electorales.

Y reitero: la tentación de algunos partidos políticos de sucumbir ante el poder, está latente en este y otros temas que no gozan de la aprobación ciudadana.

La marcha del domingo fue para repudiar la iniciativa presidencial, pero también una advertencia para la oposición de que traicionar a la ciudadanía puede tener un costo muy alto para ella en el 2024. Y por eso la atención ciudadana está puesta en la actuación no de los legisladores morenistas y aliados porque ya se conoce cuál es su postura y no la modificarán, sino de los de la oposición que dicen una cosa y hacen otra o que están tentados por la seducción o la amenaza del poder.

Si, en Palacio Nacional deben de dar una puntual lectura al mensaje ciudadano del domingo y seguramente lo harán; sí, podremos reprobar y criticar la reacción que tuvo ayer el presidente López Obrador ante la marcha dominical, pues finalmente no le iba a aplaudir; sí, podremos cuestionar la óptica con la que desde Palacio Nacional observaron la marcha, minimizándola y no dándole su verdadera dimensión, pero lo que no debe de aceptarse es que la oposición que hoy se dice estar del lado de la ciudadanía, la traicione y termine dándole al presidente López Obrador y a Morena los votos que necesitan para que se apruebe su iniciativa con los alcances constitucionales que significarían un grave retroceso y un atentado contra la democracia en el país.

La “pelota” está en la “cancha” de la oposición, vamos a ver con quién juegan: con la ciudadanía o con el poder.

Al tiempo…