Si ya de por sí tiene un camino bastante sinuoso para ir en busca de la candidatura de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, el munícipe de Guadalajara, Jesús Pablo Lemus Navarro, tiene en sus manos una verdadera “papa caliente” que se llama Iconia, conflicto que no sólo se mantuvo vivo con la protesta de vecinos y estudiantes que se mantuvieron en “plantón” en los terrenos en disputa por muchos meses, sino que “hirvió” a borbotones con la detención de los tres estudiantes universitarios, primero, y la declaración de prisión preventiva, después, no obstante que ante la presión social finalmente fueron puestos en libertad.

Ahora, no sólo un capricho personal “revivió” un conflicto que se mantenía con un bajo perfil y latente, sino que, como lo referí en una entrega anterior, zarandeó el avispero y provocó que se presentaran denuncias ante las autoridades ambientales federales y que el problema escalara a nivel nacional no sólo con la detención de los muchachos sino con la intervención de la PROFEPA que clausuró los trabajos del desarrollo inmobiliario de Iconia, y además provocó que la oposición edicilia en Guadalajara se uniera para la firma del llamado Acuerdo por la Defensa del Patrimonio de Guadalajara. A esto hay que añadirle que el tema fue llevado a la Cámara de Diputados por Zoé García y Javier Armenta, presidenta y ex presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).

Lemus Navarro no puede escudarse bajo el socorrido argumento de que los culpables de todo este problema fueron los gobiernos municipales que le antecedieron, porque además de que terminaría embarrando a los dos anteriores de Movimiento Ciudadano que encabezaron el hoy gobernador Enrique Alfaro e Ismael del Toro Castro, él también tiene responsabilidad por no haber actuado como era debido desde el primer día de su administración, aquel primero de octubre del 2021. Prefirió voltear para otro lado, como en su momento lo hizo en Zapopan con el caso del bosque del Nixticuil y otros más.

Pablo Lemus deberá entender que ya no tiene tiempo que perder en frivolidades en sus redes sociales para promoverse como el gran salvador de MC en las elecciones del 2024, cuando no es capaz de enfrentar y solucionar los problemas que padecen los tapatíos y a los que ahora se le suma el de la recolección de basura que ha sido incapaz de sortear. Recurrir al método lópezobradorista de culpar a otros de los asuntos que como autoridad debe de atender y resolver, no es el camino más exitoso.

Hoy ni los millones de pesos malgastados en busca de “enchular” el Paseo Alcalde con obras estéticas cuya millonaria inversión pudo hacerse en colonias populares que aún padecen añejas carencias, evitarán que Lemus Navarro cargue no sólo con la responsabilidad de recuperar una parte del patrimonio de los tapatíos sino con la obligación de cuidar el patrimonio de los ciudadanos que ha malbaratado como lo hizo también en Zapopan, a favor de los desarrollos inmobiliarios que afectaron el medio ambiente con la complacencia de la autoridad municipal.

Iconia se convertirá en un dolor de cabeza para Jesús Pablo Lemus si mantiene su resistencia a actuar, como está obligado a hacerlo, para recuperar lo que es propiedad municipal, luego del incumplimiento por partida doble de los desarrolladores inmobiliarios que han hecho en esa zona lo que se les ha pegado la gana sin que las autoridades municipales actúen en consecuencia.

Iconia es para Lemus Navarro una “papa caliente” que conforme pasa el tiempo se transforma en una verdadera “bomba de tiempo”. Y si Pablo Lemus no cumple con su obligación, entonces que se olvide de seguirle dando ¡ánimo! a los tapatíos, porque éstos se encargarán en las urnas de hacerle ver a él -en caso de que sea candidato a cualquier cargo de elección popular- y a Movimiento Ciudadano su verdadera realidad.

¿Se atreverá a actuar como debe de ser o terminará confirmando que pueden más sus intereses personales o de grupo que los de los tapatíos?

Al tiempo…