Si regresamos a los inicios de la 59 Legislatura y lo comparamos con el inicio de ésta 60, estaremos confirmando que la actual Legislatura está llamada a convertirse en un “clon” de su antecesora. Veamos por qué:
Al igual que aquellos ahora ex diputados, los actuales han tomado el mismo discurso:

  • Que trabajarán para limpiar la imagen del Congreso y los diputados.
  • Que serán austeros, meterán orden en el área administrativa y que van a desaparecer muchos de los privilegios de los que hoy gozan.
  • Que investigarán lo realizado por la pasada Legislatura.
  • Que presentarán las denuncias correspondientes para que sean castigados los presuntos responsables, para que “caiga quien caiga”, sin importar del partido que sean.
  • Que contratarán a una empresa privada para que realice una auditoría a los anteriores diputados.
  • Que ya no se contratará más personal supernumerario.
  • Que ya debe ponerse un alto a tanto despilfarro….

Y así le podemos seguir sumando palabras y más palabras, discursos y más discursos, a los actuales diputados y confirmaremos que lo que nos depara el futuro es “más de lo mismo” porque se toparán con la realidad que consume al Poder Legislativo.
Hoy los diputados de la 60 Legislatura se “rasgan las vestiduras” por investigar y saber qué hicieron los pasados diputados, en qué irregularidades incurrieron y por qué; denuncian sustracción y falsificación de documentos, desvío de atribuciones y quién sabe cuántas irregularidades más y presuntos delitos.
Pero del discurso no pasan.
Porque al igual que la 59 Legislatura que investigó y siempre quiso saber lo que realizó la 58 y que nunca acudió a quien pudo haberle aclarado muchas presuntas irregularidades que denunciaron ante los medios, como fue el ex secretario general Alfredo Argüelles Basave, quien era su compañero diputado, hoy la 60 simplemente tampoco quiso indagar más a fondo todo lo que hoy denuncia, porque tuvo a la mano a quien podría haberles aclarado o respondido muchas de sus dudas: el ex secretario general José Manuel Correa Ceseña.
Correa Ceseña fue secretario general de la 60 Legislatura en los primeros días y nunca se sentaron con él o lo llamaron para que respondiera todas las interrogantes, como la 59 jamás lo hizo con Argüelles Basave. ¿Quién mejor que el Secretario General para rendirles cuentas?
Al contrario, parecía que a los actuales diputados les urgía deshacerse del Secretario General en su pleito por ver quién se quedaba con tan precioso y ambicionado espacio.
José Manuel Correa era el encargado de realizar la entrega-recepción a los nuevos diputados, ¿por qué no lo mantuvieron en el cargo para que les respondiera y aclarara todas sus dudas?
Por eso insisto: la 60 Legislatura se encamina rápidamente a ser un “clon” de la 59 que le antecedió.