Por Julio César Hernández

Sensata la propuesta del diputado panista Jorge Salinas Osornio, y secundada por el priísta Jaime Prieto, de que en lugar de llevar a cabo informes cuatrimestrales, que no sería mas que la entrega de un texto, como lo propuso el gobernador Emilio González Márquez, se realicen debates entre poderes.

Aclara Salinas Osornio que no se trataría de convertir en un circo la presencia del Mandatario cada cuatro meses, en caso de que se aprobara esta temporalidad.

Sin embargo, aquí acotaríamos que lo mejor es que este debate entre poderes se efectuara cada año, porque como dijo el senador Ramiro Hernández García, es una “vacilada” eso de los informes cuatrimestrales.

Será hasta el jueves cuando los diputados conozcan la iniciativa que el día de su informe entregó González Márquez, pero trascendió que la propuesta consiste en la entrega de un informe de actividades por escrito.

De ser así, seguramente que no será aceptada por los legisladores, que ya el mismo viernes se mostraron incrédulos.

Jorge Salinas propone que en este debate entre poderes se pueda dar una discusión entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial de la manera más civilizada, pero en el que se ponga sobre la mesa temas estratégicos y no coyunturales, y que ahí cada uno de ellos diga qué es lo que está frenado por responsabilidad de algunos de los otros poderes, a fin de poderlo destrabar.

Y ejemplos de ello ahí están la Ley de Transparencia, que al no ser aprobada aun por los diputados, dio pretexto para que el Ejecutivo advirtiera a los alcaldes que no les entregaría recursos si esta ley no se aprobaba, pues de lo que se trataba era de transparentar el manejo y aplicación de dichos recursos.

Pero por el lado del Legislativo, bien pueden los diputados cuestionar al Ejecutivo por qué no se han iniciado las obras de construcción de la Ciudad Judicial si ya le aprobaron los recursos. O las plantas de tratamiento.

Y ahí el Judicial bien puede recriminar al Ejecutivo y Legislativo por la falta de recursos para modernizar su estructura y abatir el rezago enorme que tiene.

Total, que bien pudiéramos ser testigos de una discusión civilizada entre poderes si hubiese la voluntad política de los tres y se abordaran en realidad temas que interesen a la ciudadanía, y no que sirvan sólo para el lucimiento de los titulares.

Ah, pero, además, habría la posibilidad de evitar que la ciudadanía viera alterada su vida normal por el cierre de calles y el exceso de seguridad.

Y es que nos preguntamos que si el jueves pasado el gobernador González Márquez y el magistrado Celso Rodríguez acudieron al Palacio Legislativo a escuchar el informe del diputado Jaime Prieto, presidente saliente, no se cerraron las calles ni se aplicaron estrictas medidas de seguridad y mucho menos pusieron detectores de metales, ¿por qué si lo hicieron al día siguiente si la única diferencia fue que ahora el informe lo rindió el Mandatario estatal?

Ojalá, pues, que se encuentre la “cuadratura al círculo” en esto del informe de gobierno.