Por Julio César Hernández

Hábil como es, Eduardo Rosales Castellanos salta ágilmente a la palestra de la polémica para contrarrestar el linchamiento que la oposición hace del gobierno de Emilio González Márquez, tras la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha.

Por supuesto que el dirigente estatal del PAN reconoce que este lamentable y dramático caso, es un tache más al panismo de Jalisco y que se irá sumando a los activos que la ciudadanía les cobrará en las próximas elecciones.

Por esa razón, lanza el “anzuelo” a la oposición y enfrascarla en una polémica que la obligue a desviar la atención hoy puesta en el Ejecutivo.

Y es por eso que responsabiliza a los diputados locales de la segunda mitad del gobierno de Alberto Cárdenas de lo hoy sucedido, luego de que en aquella ocasión no le aprobaron el crédito japonés que asegura era para construir plantas de tratamiento.

Aunque eso no es cierto, pues siempre se argumentó que era para abastecer de agua a la zona metropolitana, ¿qué dirá de eso el hoy senador Ramiro Hernández; el hoy regidor José Manuel Correa; y el hoy diputado perredista Samuel Romero Valle?

Los tres tienen una tribuna pública donde responderle a Rosales Castellanos.

Y si lo hacen y descuidan lo otro, habrán “picado” el “anzuelo” que les lanzó el dirigente panista.