De los múltiples discursos -en los que hay de todo- que los candidatos a la presidencia municipal de Guadalajara han vertido a vecinos con los que se han reunido en diversas colonias en este arranque de campaña, llama la atención el de Carlos Lomelí Bolaños, abanderado de Morena, que al menos en principio parece tener un objetivo muy claro: regresarle al Ayuntamiento su tarea natural y fundamental, que es la prestación de los servicios públicos básicos a los que está obligado prestar el gobierno municipal.

Por un lado, Lomelí Bolaños ha destacado la importancia de que el Ayuntamiento deje de concesionar o de subrogar los servicios públicos municipales, como es la recolección de basura y los parques y jardines, por ejemplo, y de esta manera, además, empoderar a los empleados que prestan estos y otros servicios que son obligación del Ayuntamiento otorgar a la ciudadanía.

Por el otro, ayer refirió que en Guadalajara, como en muchos de los municipios que tuvo oportunidad de recorrer meses atrás, la ciudadanía pide “cosas tan sencillas, tan básicas, como es recolección de basura, alumbrado, banquetas dignas, que no se les meta el agua a su casa…”, así como “la recuperación de los espacios públicos y la recuperación de las calles”.

De entrada, ya es ganancia que un candidato a gobernar la capital reconozca cuáles son los servicios públicos a que está obligado otorgar el gobierno municipal; y que reconozca que es el Ayuntamiento el que debe de prestar esos servicios con un equipo de empleados que vuelva a sentirse orgullosos de trabajar para su ciudad y sus habitantes.

Pero, además, ayer marcó cuál sería el rumbo de su gobierno en caso de ganar la elección del seis de junio próximo: atención al ciudadano en Palacio Municipal, lunes y viernes; el resto de los días presencia en las colonias. “Vamos a hacer un gobierno sin muros, un gobierno caminando, un gobierno resolviendo sobre la marcha, un gobierno cercano, un gobierno donde el gabinete aprenda a caminar y a dejar los escritorios…”.

Esto contrasta con el discurso de otros candidatos que buscan ganarse el voto ciudadano ofreciendo lo que no es tarea de un gobierno municipal, como el de otorgar recursos para que se abran nuevos negocios en la ciudad, para emprendedores, para la micro o pequeña empresa, recursos que deben destinarse a lo que sí es su obligación, como el otorgamiento de esos servicios básicos: recolección de basura y aseo público, atender parques y jardines, prestar un excelente servicio de alumbrado público, la mejoría de calles y banquetas y, por supuesto, una mejor seguridad pública preventiva, por mencionar algunos.

Quitarle recursos a esos servicios para destinarlos a tareas que no son propias del gobierno municipal, es una aberración de los gobernantes que quieren quedar bien con todos aunque no estén cumpliendo con su obligación y tareas básicas como presidente municipales.

Por eso creo que es reconfortante escuchar, en medio de discursos absurdos, el que Carlos Lomelí Bolaños tenga muy claro cuál es la tarea fundamental de un gobierno municipal y se comprometa a rescatar esos servicios para una vida más digna de la propia ciudad y de sus habitantes.

Ojalá y que en caso de que llegue a Palacio Municipal no se olvide de estos discursos, de sus compromisos, y que lo vertido en ellos lo lleve a la práctica.

Al tiempo…