Ricardo Monreal Ávila vuelve a dar un paso adelante en la carrera por la sucesión presidencial ante los movimientos ejecutados en los últimos días por los dos punteros en esta carrera, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, y hoy ofreció una rueda de prensa en donde reiteró: “Voy a participar. Llegado el momento me voy a inscribir (al proceso interno de Morena) y luchar por continuar con el proceso de transformación…”.

Y dio sus argumentos “pintándose” así mismo: “Llevo 45 años en el servicio público; fui regidor, secretario de gobierno municipal, tres veces diputado federal, tres veces senador con ésta, gobernador y alcalde del corazón de la Ciudad de México (…). Me he preparado, estoy en plena lucidez, en integración plena de mi vida en salud, en acumulación de experiencia que es la carta de presentación… pero el pueblo decidirá”.

Eso sí, se manifestó abiertamente en contra de la aplicación de la encuesta como manera de definir al candidato presidencial, pues consideró que es “un procedimiento desgastado y agotado, pero no me gana el tiempo, voy a esperar el proceso”.

Sin duda que Monreal Ávila será el aspirante “incómodo” en Morena por su carácter rebelde, por no quedarse callado, y porque, como lo advirtió, será un luchador incansable por estar en la lista final de los prospectos morenistas a la candidatura por la presidencia de la República. No cederá si hubiese intenciones de dejarlo fuera de la competencia.

Reveló que hace un mes sostuvo una reunión con su equipo de colaboradores con el propósito de advertirles “que no entraran en pánico, que no se aceleraran, que mantuvieran el ritmo de trabajo sin distraerse; que no se preocuparan que voy a participar, que ya definiremos cuando haya reglas, pues no soy un ambicioso vulgar”.

Como Ebrard, también agradeció al presidente López Obrador haberlo tomado en cuenta como prospecto presidencial cuando en Tabasco mencionó a los líderes parlamentarios, y dijo que “nunca había visto a un presidente de la República activar con tanta honestidad” la sucesión presidencial, “tan heterodoxo, pues era impensable un presidente que declarara abierta la sucesión como López Obrador, pues creían que eso les restaba fuerza, autoridad o gobernabilidad. Al (antes) alguien osara moverse o promoverse y hacer una reunión, el poder lo destruía y excluía. El presidente actúa en función de sus principios -abundó-, y declaró extinto el tapadismo; prendió las velas de las exequias del llamado el ‘tapado’. No sé si es lo adecuado, pero lo respeto”.

Cuestionado sobre si no distrae una sucesión tan anticipada, el líder de los senadores de Morena fue claro: “Tan distrae la carrera anticipada, que de 12 preguntas 11 son de este tema. Hay que tener cuidado para no distraernos de los problemas del país. Prefiero esperar, no hay que anticiparse ni acelerarse”.

Sin embargo, Ricardo Monreal parece estar dispuesto a no dejarles la contienda sólo a Sheinbaum y Ebrard, e insistirá cuantas veces sea necesario en que él también participará, en que debe de ser tomado en cuenta y que no será fácil obligarlo a desistir. La pregunta es si su rebeldía llegará hasta el presidente López Obrador o bastará que éste dé un “manotazo” para “enfriarle” cualquier aspiración.

Al tiempo…