Como “balde de agua fría” debió de caer a más de un panista la decisión de que en Jalisco la presidencia del Comité Estatal de Acción Nacional estará reservada para una mujer… y no para un varón.

Así lo decidió el Comité Ejecutivo Nacional que preside Marko Cortés, al aprobar integrar la paridad de género en la renovación de las dirigencias estatales del partido, y resulta que el acuerdo fue el siguiente, de acuerdo al comunicado emitido:

“En el caso de la paridad vertical, se aprueba que en todos los casos Presidencia y Secretaría recaiga en género distinto. Y en la horizontal se reservan los estados de Morelos, Campeche, Puebla, Sinaloa, Oaxaca, Zacatecas, Michoacán, Colima, Tlaxcala, Hidalgo, Baja California Sur, San Luis Potosí, Jalisco y Tabasco, a fin de que el registro de candidaturas a la Presidencia, únicamente puedan contender personas de género femenino”.

Como podrá observarse, el CEN reservó para mujeres las dirigencias en aquellos estados en los que es oposición, por lo que en Jalisco los varones aspirantes se quedarán con las ganas.

Actualmente los panistas jaliscienses son dirigidos ya por una mujer, la maestra Pilar Pérez Chavira, quien lamentablemente, pese a sus esfuerzos, ha visto acotada su dirigencia por el control que mantiene el llamado Grupo Estatal o Mesa Estatal, integrado por los afines del ex dirigente estatal, Eduardo Rosales Castellanos, y lidereados por quien se le identifica como su operador, Octavio Esqueda, de quien dicen que tiene una estrecha relación con el inquilino de Casa Jalisco, y los hermanos Cortés Berumen -Hernán e Isaías, principalmente, y en acuerdos con el ex dirigente estatal Miguel Ángel Monraz y el diputado Gustavo Macías.

Este Grupo o Mesa Estatal es el que marca hasta el “modo de caminar” de Acción Nacional; a sus integrantes se les acusa de ser quienes prefieren administrar las derrotas antes que ver resurgir a su partido, encabezado por un grupo diferente, como una verdadera oposición frente al gobierno alfarista de Movimiento Ciudadano; y ser quienes terminan por definir las candidaturas, entregando las más apetecibles a sus cercanos o aliados, además de ser prácticamente aliados del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, cuyos favores tienen lugar nada menos que en el Congreso del Estado, con las ganancias que esos “servicios prestados” generan.

Decidir que sea una mujer la próxima presidente del PAN Jalisco, ¿romperá el control que del partido tiene el Grupo Estatal o logrará imponer a la sucesora de Pérez Chavira, desafiando al dirigente nacional Marko Cortés? El control que este Grupo tiene hoy del panismo jalisciense, ¿le alcanzará para colocar al frente del Comité Estatal a quien responderá a sus intereses y “bailará” al “son” que le marquen? ¿Esta decisión del CEN logrará romper con este control que por años ha mantenido la Mesa Estatal? ¿Quiénes serán las panistas que se atreverán a desafiar a este Grupo Estatal y le disputará la dirigencia contra la que presenten en la contienda? Nadie cree que se quedará con los brazos cruzados y entregue el poder y control que hoy mantiene al interior del blanquiazul.

Sin duda que pronto comenzaremos a conocer nombres y perfiles de mujeres panistas aspirantes a suceder a la maestra Pilar Pérez, y la tarea será identificar al grupo al que pertenece para conocer sus posibilidades de triunfo… o de seguir bajo el control del Grupo Estatal.

Y si no, al tiempo…