Independientemente quién gane hoy la elección por la presidencia nacional del PAN, Gustavo Madero o Ernesto Cordero encabezarán a un partido hondamente dividido…
La “guerra” calderonistas-maderistas antes y durante la campaña electoral al interior de Acción Nacional parece que no terminará hoy cuando luego de las cinco de la tarde se anuncie quién fue el ganador de la contienda, sino que se proyecta continuará después del proceso electoral de hoy.
No se avizora en el firmamento blanquiazul un “apretón” de manos y el fumar la “pipa de la paz” entre los bandos hoy en contienda, después de la misma. Ni a nivel nacional ni en el ámbito local. Todo parece indicar que el bando ganador terminará por hacer a un lado al que resulte derrotado, máxime cuando ambas partes tienen ya definida su planilla y que serán los que integren el próximo Comité Ejecutivo Nacional.
Vamos, no hay espacio para sumar, en son de paz, a quien resulte derrotado. Así son ahora las reglas al interior del PAN.
Hoy a partir de las 10 de la mañana arranca en todo el país la lucha por el poder al interior del PAN… y particularmente en Jalisco, también.
Las apuestas parecen favorecer la reelección de Gustavo Madero y, por ende, la consolidación del grupo del Comité Estatal que encabeza Miguel Ángel Monraz y del que son hombres fuertes los hermanos Cortés Berumen, Hernán e Isaías.
Y si es así, entonces habrá que esperar lo que sucederá con quien se convirtió en el principal adversario de todos ellos: el senador José María Martínez Martínez, a quien tras inicialmente manifestarse a favor de Madero, nunca se le vio tan activo a su favor como sí lo hizo para Ernesto Cordero al sumarse a sus filas tras “romper” con aquél.
Mayor interés reviste un triunfo de Cordero, pues eso significaría un fortalecimiento de “Chema” Martínez y su equipo, y pondría en una mejor posición a la que tienen actualmente los ex gobernadores Francisco Ramírez Acuña y Alberto Cárdenas Jiménez, que se la están “jugando” con el ex secretario de Hacienda.
Lo que me queda claro es que aquí tampoco habría lugar para compartir espacios en lo que viene al interior de Acción Nacional: la lucha por la dirigencia estatal en agosto próximo y en la que no pocos advierten una nueva lucha encarnizada por los dos grupos que hoy se disputan la dirigencia nacional.
Así, si gana Madero los monracistas y cortecisas habrán dado un paso a su favor en la búsqueda de mantener en su poder la dirigencia estatal.
Donde no es fácil avizorar quién sería el mayor beneficiado con una victoria de Cordero es en el bando de enfrente, pues no es fácil creer una alianza entre “chemitas”-paquistas-cardenistas para repartirse los espacios en pos de quedarse con el Comité Estatal.
Por eso y muchas cosas más, la contienda de hoy entre Madero y Cordero tiene consecuencias reservadas.