Por Julio César Hernández Gutiérrez

Tras conocerce la renuncia de Francisco Ramírez Acuña como secretario de Gobernación, las especulaciones surgieron en torno al futuro de su grupo político en Jalisco, que todos saben que encabezan aquí Eduardo Roslaes y Jorge Salinas.

Hubo quien consideró que esta renuncia era un “triunfo” del grupo “emilista” y que, por lo tanto, empezarían a ganar terreno. Otros consideraron que no, que, por el contrario, los “paquistas” cerrarían filas y endurecerían más su postura y posición frente al grupo del Gobernador.

La verdad es que creemos que ni una cosa ni otra se dará y que la relación Rosales-Salinas-González-Herbert continuará como hasta ahora: con sus altibajos. Apretar cuando haya que apretar y soltar cuando haya que soltar. De una y otra parte.

Sin embargo, los emilistas no pueden ignorar que la presencia de los “paquistas” que despachaban en Bucareli y anexas -incluyendo al Jefe del grupo-, les permitirá tener más terreno de maniobra para lo que se viene -el Consejo Político-, sin “amarres” que los limiten en su actuar como es formar parte del equipo presidencial.

Y es que si antes podían irse a quejar ante Calderón o Mouriño para que pusieran en paz a los “paquistas”, hoy ya no será tan fácil hacerlo, pues el escenario es otro.

Por lo pronto, advertiremos que el ambiente seguirá igual como en las últimas semanas, pero entrando febrero se “calentará”.

Y si no, al tiempo.