Cuestionado fuertemente por haber claudicado a su autonomía e independencia para convertirse en una dependencia más del gabinete del Ejecutivo, el Poder Judicial vivirá a partir de hoy y en los próximos días momentos en los que seguirá dando de qué hablar, pues para empezar está en agenda el informe de actividades de su presidente, el magistrado Daniel Espinosa Licón, que presentará hoy viernes, y luego su ratificación o no por un período más en la presidencia.

Si a algo le ha dado continuidad Espinosa Licón respecto a lo realizado por su antecesor Ricardo Suro Esteves, es precisamente a mantener al Poder Ejecutivo sometido a las decisiones de su similar Poder Ejecutivo, sumándose así a la conducta también asumida por el Poder Legislativo en el que, sin embargo, hay por ahí algunas voces que reclaman defender y hacer respetar su autonomía y hacer valer la separación de poderes.

Ya comentamos en entregas anteriores que el Poder Judicial, y particularmente el Supremo Tribunal de Justicia, registrará una serie de movimientos con la ratificación o no de algunos magistrados y la designación de otros ante las vacantes que existen o existirán ante el retiro forzoso por razones de edad de varios magistrados. Y, como es tradición, en estas decisiones se impondrán los intereses políticos, pues ya se advierte que el Congreso del Estado acatará las instrucciones que provengan de Palacio de Gobierno para ratificar o no a los magistrados Luis Enrique Villanueva y Antonio Flores, y se aplicará la criticada fórmula, pero efectiva para los partidos o grupos políticos, de las “cuotas” para los “cuates” en la designación de quienes suplan a los magistrados Manuel Higinio Ramiro Ramos, Gonzalo Julián Rosas y Guillermo Valdez Angulo.

Cuando Daniel Espinosa fue electo presidente en relevo de Suro Esteves, se crearon expectativas de que sería un excelente presidente del Poder Judicial y que quedaría atrás el “entreguismo” que caracterizó la gestión del segundo. Sin embargo, la decepción llegó muy pronto porque el nuevo presidente del Supremo Tribunal de Justicia y, por ende, del Consejo de la Judicatura ha seguido la misma línea, no hay diferencia entre la gestión de uno y de otro en cuanto a la separación de Poderes se trata. Lo que diga el Ejecutivo se acata.

Muestra de este “entreguismo” es que el Poder Judicial se sumó a la guerra del gobernador Enrique Alfaro Ramírez en contra de la Universidad de Guadalajara y del presidente de la Feria Internacional del libro, líder del Grupo Universidad, Raúl Padilla López, primero firmando un desplegado en el que ni “vela tenía en el entierro”, y luego sumándose al boicot fallido en contra de la Feria del Libro, a cuya inauguración Espinosa Licón no asistió -quiero creer que fue invitado-, aunque por ahí el Instituto de Justicia Alternativa montó un pequeño estand.

Por cierto, hay un hecho por demás absurdo que enmarcó previamente el informe de actividades de Espinosa Licón y su segura ratificación o reelección por un periodo más, del que les comentaré aquí el próximo lunes, así como el caso del presidente municipal que quiso quitarle un inmueble al Poder Judicial para convertirlo en “Hotel Boutique”.