Con el “pie izquierdo” inició el ex dirigente estatal del partido Movimiento Ciudadano, Ricardo Rodríguez Jiménez, su gestión como nuevo titular de la Secretaría de Administración, pues resulta que ha sido un verdadero desastre la aplicación de las recientes reformas que aprobaron los diputados a la Ley de Compras Gubernamentales, Enajenaciones y Contratación de Servicios del Estado de Jalisco y sus Municipios.

Sus representantes en diversos Comités de Adquisiciones han generado una serie de conflictos que ya provocaron el enfrentamiento entre los representantes de las cúpulas empresariales y los representantes gubernamentales, pues éstos decidieron aplicar las reformas a la de ya, a “rajatabla”, complicando la conclusión de los procesos que ya estaban iniciados antes de aprobadas las reformas.

Bueno, tan despistados andan en la Secretaría de Administración, que el director general de Abastecimiento, David Mendoza Martínez, “borró” de un “plumazo” al Consejo Nacional Agropecuario como vocal de los Comités de Adquisiciones, al no incluirlo en la Circular Secadmon/DGA/0986/2021 que con fecha del 13 de septiembre dirigió a todos los directores generales, administrativos y titulares de las Unidades Centralizadas de Compras de los Organismos Paraestatales del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, en el que les da a conocer la nueva estructura de los Comités de Adquisiciones.

Pero esto es peccata minuta frente a los conflictos que los representantes de la Secretaría de Administración han generado ya al interior de dichos Comités.

Por ejemplo, revelan que la semana pasada en el Comité de Adquisiciones del SIAPA, la representante de Administración, de nombre Margarita, corrió a quienes participaban en la sesión conforme a la ley anterior, bajo el argumento de que ya no tenían representación y que ahora ella ya participaba con voz y voto, lo cual no es cierto porque sólo puede lo primero pero no lo segundo.

Ayer -otra muestra del desorden-, se suspendió el Comité de los Hospitales Civiles que por instrucciones de la Secretaría de Administración, según denunciaron.

Valga decir que la reforma que aprobaron los diputados es parte inicial del problema, pues por hacerla “sobre las rodillas” y a la carrera para darle gusto a su patrón -que no es el ciudadano sino el gobernante-, ha generado esta serie de conflictos al quererla aplicar violentando los procesos ya iniciados y que, precisamente, es lo que generó ya las diferencias entre los representantes de los sectores privado y gubernamental.

Y es que es de suponer, con sentido común, que los procesos de licitación iniciados bajo la ley anterior deben de procesarse y culminarse bajo esa legislación, pues no puede aplicarse el “borrón y cuenta nueva” o aquello de que esta parte del proceso se hizo con la ley anterior y lo pendiente con la nueva ley. Es un absurdo que, sin embargo, eso pretenden aplicar los representantes del gobierno en los comités.

Dicen que el sector privado se pronunció por procesos abiertos que deberían de cerrarse con el Comité anterior que los inició, pero denuncian que en el gobierno no escuchan, lo que ha generado entre los integrantes confusión, dudas, imprecisiones y algo peor: mucha prepotencia de los representantes del gobierno. Y es que, además, nunca se socializó la reforma y los comités prácticamente fueron “secuestrados” por el ente oficial, desapareciendo el carácter ciudadano que pretendió imponérsele anteriormente.

Y en este punto el sector privado está pagando su sospechoso y cómplice silencio frente a la burda composición que los diputados hicieron de los Comités de Adquisiciones para satisfacer “a la carta” la orden que seguramente recibieron desde Casa Jalisco, al no decir nada cuando se propuso y aprobó integrar a cinco dependencias estatales como las secretarías de la Hacienda Pública, de Administración, de Desarrollo Económico, de Agricultura y Desarrollo Rural y la Consejería Jurídica, desapareciendo todo carácter ciudadano que alguna vez tuvo.

Así, pues, quizás sea urgente y necesario que el secretario de Administración, Ricardo Rodríguez, pida la intervención de los diputados que aprobaron este “masacote” para que expliquen -si es que lo saben- cómo debe aplicarse la nueva reforma, pues de otra forma se confirmará que los entes de gobierno que llegaron a los Comités de Adquisiciones lo hicieron con el propósito de recuperar la opacidad en estos procedimientos de compras y licitaciones con las consecuencias que acarrea hacer las cosas “en lo oscurito” o “mayoriteando”.

Y dícese que son el gobierno de la transparencia…