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Julio César Hernández
El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana no tuvo que esperar mucho tiempo la respuesta del PAN y de su dirigente Eduardo Rosales Castellanos, luego de la multa que les impuso por un total de 479 mil pesos por lo que se denominó “guerra sucia” en contra del candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval.
Ni tardo ni perezoso, Rosales Castellanos se apersonó en la sede del Instituto y presentó 17 denuncias en contra del PRI y algunos priistas porque que él dijo que “eso sí es guerra sucia”, refiriéndose en concreto al dirigente priista en Guadalajara, Eduardo Almaguer, y el vocero del comité estatal, Alberto Mora Martín del Campo.
De igual manera “tronó” en contra del consejero Tomás Figueroa quien -según una nota publicada por el diario La Jornada– habría asegurado que todos los partidos políticos han sido tocado por el narcotráfico. Ante esta declaración, el dirigente panista pide también una sanción en contra del consejero por haber emprendido una “guerra sucia”, al tiempo que negó que el PAN haya sido contactado por el “narco”.
Ya esperábamos que esta semana las campañas pólíticas iniciaran “calientes”, pero nunca nos imaginamos que quien encendiera la mecha fuera David Gómez Álvarez y el resto de los consejeros, el domingo por la noche.
Y eso que Nauhcatzin Bravo se opuso a que la sanción fuera directamente en contra de Rosales y del dirigente tapatío Manuel Romo.
Si no, ¡la que se hubiera armado!